viernes, 3 de abril de 2009


Una gran anécdota...

Invitado por Catalina la Grande para visitar su corte, Diderot se ganaba el sustento intentado convertir al ateísmo a los cortesanos, pero Catalina encargó a Euler de que tapara la boca al infatuado filósofo. Esto era fácil, pues la Matemática era chino para Diderot. De Morgan cuenta lo sucedido en su clásico Budgel of Paradoxes, 1872: "Diderot fue informado de que un docto matemático estaba en posesión de una demostración algebraica de la existencia de Dios, y que la expondría ante toda la corte si él deseaba oírla. Diderot consintió amablemente... Euler avanzó hacia Diderot y dijo gravemente en un tono de perfecta convicción:
"Señor, , por tanto Dios existe. Replique".

Humillado por la risa no contenida que saludó a su embarazoso silencio, el pobre hombre pidió permiso a Catalina para volver inmediatamente a Francia, permiso que le fue graciosamente concedido.

No contento con esta obra maestra, Euler añadió gravemente las pruebas solemnes de que Dios existe, y de que el alma no es una sustancia material. Se dice que ambas pruebas fueron incorporadas a los tratados de teología de la época. Se trata probablemente de flores escogidas de la faceta matemática no práctica de su genio.

2 comentarios:

  1. ¿existirá realmente la demostración matemática de la existencia de Dios?

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  2. Vale , si 2=1 entonces yo soy el Papa.
    ..... me imagino que te sabes la anécdota, a partir de cualquier absurdo matemático se puede probar cualquier cosa... si algo es matemáticamente lógico no significa que sea verdad.

    Ahora si lo miro NO desde el punto de vista matemático ... yo Claudia.. si creo en Dios! y eso para mi es fé. ;)

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